___________________________________________________________ Canal CONCIERTOS Irene Fernández

Próximo concierto en vivo "online": Sábado, 31 de mayo de 2014, desde la Almazara de Paulenca (Guadix), 22:00 h (hora peninsular) __________________________________________________________
Watch live streaming video from irenefernandez at livestream.com

Desde el satélite, ahora mismo:

domingo, 6 de abril de 2008

Cómo harán los sordos... (CHAFA)

Hola, la tropa:

Cosa rara es, ésta de estar sordo.

Los grupos de gente –aparentemente silenciosos-- que uno ve en la puerta de la pizzería o a punto de entrar al cine parecen que estuvieran en un funeral o contemplando un accidente, o que estuvieran ahí reunidos para deplorar la muerte de un niño o escuchar las últimas noticias acerca de la salud del viejo dictador que, a pesar del invierno, no fenece; por otra parte, en el departamento, algo tan prosaico como el inodoro se convierte en un dispositivo de silenciosa eficiencia, y la radio en un artilugio sin utilidad. Por los caminos del parque los autos se deslizan tan suavemente como los cisnes por las ondas del lago, y los perros corren con el mismo silencio blanco con que cae la nieve. En general, habitar en esta sordera es vivir en un planeta triste y solitario en el invierno, debe de ser terrible y angustioso en el verano, sin pájaros ni chicharras invisibles que te canten y acompañen.

Lo que es curioso es que, aunque uno quiera, uno no se puede hacer el sordo, como uno se puede hacer el ciego cerrando o vedándose los ojos seriamente. Un juego terrible que yo de niño practicaba, era este de la ceguera; cerraba los ojos decisivamente, sin que nadie se percatara, y me quedaba ahí calladito entre la gente parlanchina y pos prandial; un elemento importante era llegar casi hasta la certeza de que, si uno abría los ojos, uno seguiría metido en esa oscuridad manchada de fosfenas para siempre. Eso era lo terrible y lo sublime del juego: aguantar hasta cuando más se pudiera. La espera, casi insoportable; el resultado, sublime; fiat lux y, de pronto, el brillo de la fuente de plata con higos sobre la mesa del comedor, más allá, la lucecita azul de la Telefunken, el exagerado dramatismo del cuadro de la Última Cena, la gata envuelta en el ovillo de su tibia siesta en el alféizar de la ventana.

Hacerse el sordo a voluntad no es fácil, con la excepción del que no quiere oír que, como sabemos proverbialmente, es el peor de los sordos, pero ésa es otra historia. Uno puede poner las palmas de las manos sobre las orejas y con los brazos abietos en jarra, apretarlas y tararear algo como la, la, la, la, la…¿quién le hace caso al burro picasooo…? o meterse algodones en los oídos (los que han dormido con roncadores saben cuán eficiente es esta medida), pero no es lo mismo. Y uno nunca parece ser o estar serio cuando se hace el sordo porque hacerse el sordo no parece ser un afán muy serio. Pero hoy, y desde hace días, a consecuencia de un resfrío y otros barullos, una infección a los oídos me tiene seria, total y dolorosamente sordo. Por eso.

Y buen finde pa todos a pesar de la “silenciosa claridad” que me rodea.

El Chafa, pensando en Goya y Beethoven, compadres (
9 de febrero de 2007).


¿Cómo harán los sordos pa' darse cuenta de que se les acabó el mate?
.

No hay comentarios: